Como te mostramos ayer, hay una sustancial diferencia entre un líder y un jefe. O mejor dicho como actúan o llevan a delante su trabajo para con los equipos de trabajo, o empleados. Depende como lo mires.

Una de las grandes diferencias consta en cómo se reúnen las personas al momento de trabajar. Por un lado, el jefe toma una postura más autoritaria, dando indicaciones y “mirando desde arriba”. Por el contrario, un líder se integra en el equipo, forma parte de él sin delimitar las diferencias.

Ahora bien ¿cómo adoptar una actitud de liderazgo sin causar el rechazo por parte de tus colaboradores?

Primero, dejanos decirte que el cambio no se da de la noche a la mañana. Como todo cambio lleva su tiempo. Aunque… es muy probable que estas ideas te ayuden a acercarte:

Según un estudio de la Universidad de Harvard, la gente tiende a innovar y trabajar mejor – y quizá también más animado – cuando lo hace en equipo, en vez de hacerlo de manera individual. Las famosas reuniones de “brain storming” (tormenta de ideas) o las “open office” (oficinas abiertas) son un gran ejemplo para esta premisa. Nosotros, ya lo implementamos, y muchas otras empresas se animan al salto de abrir las oficinas y trabajar colaborativamente.

Conocer lo que le pasa a la gente a tu alrededor es otra de las claves. Esto no quiere decir involucrarte en asuntos que no te incumben, sino saber que detrás de cada acción, idea, forma de trabajo, etc. hay una parte sumergida del iceberg.

¿De qué estoy hablando? Existe una teoría muy descriptiva que sostiene que los seres humanos somos como un iceberg, en el sentido que solo somos capaces de salir a la superficie en un 20%, el 80 restante se encuentra sumergido. Que no se vea no quiere decir que no exista. Eso que no se ve también cumple un rol muy importante. En el caso de las personas podemos observar cómo actuamos (en la parte superior), pero no qué nos llevó a hacerlo de esa forma. O, el resultado que obtuvimos (en la parte superior) y no todo el esfuerzo que hicimos para conseguirlo (oculto debajo del agua).

Si, puede que tengas algunos conceptos o ideas en conflicto, por eso te decimios: empezá de a poco. Buscá involucrarte en tu equipo de trabajo de forma sincera y abierta, y no señalar desde el pedestal. El ejemplo se crea en la acción.