Ni la máquina de café gratis, ni la sala de juegos y relax. Los millennials están detrás de otro tipo de beneficios laborales. Persiguen, sobre todo, oportunidades de desarrollo profesional.
“Están ansiosos de aprender nuevas habilidades, y consideran el acceso a oportunidades de aprendizaje como uno de los mejores beneficios de los empleadores”, escribió recientemente Ashira Prossack, conocida como “traductora generacional”, en la revista Forbes.
Y añadió: “La falta de capacitaciones es la primera razón por la cual los millennials empiezan a buscar otro empleo”.
“Trabajan para su propia marca personal”
Alejandra Cecilia Fehrmann, VP/Global Chief Marketing & Communications de gA y Parabolt, coincide en que los jóvenes valoran todo aquello que sume a su carrera.
“Son conscientes de que el trabajo donde hoy están no será para siempre, y que incluso la empresa puede dejar de existir en cualquier momento. Ya no trabajan para una marca, sino para su propia marca personal”, señala.
Si bien es una generación que suele ser autodidacta, espera que sus empleadores potencien su desarrollo con capacitaciones interesantes, agrega Fehrmann.
Libertad, libertad, libertad
Los millennials le esquivan a los contextos laborales rígidos, de 9:00 a 18:00. Entienden la productividad de una forma muy distinta que sus antecesores; odian sentirse aburridos o tener demasiado tiempo libre.
En este escenario, la libertad, ejercida a través de la autonomía en el trabajo, será fundamental. “Desean trabajar y están dispuestos incluso a hacerlo más de lo necesario, siempre que sea a su manera, respetando sus propios horarios, con espacio para liberar su creatividad y ejercer su opinión”, explica Fehrmann.
¿Los beneficios más tentadores en este sentido? La flexibilidad para trabajar de manera remota, proponer sus proyectos o sus propios métodos de trabajo.
En equilibrio
La flexibilidad horaria se vincula con otro aspecto valorado por los jóvenes: el balance con su vida privada. Home office y días libres adicionales (por ejemplo, por el cumpleaños) serían beneficios muy atractivos, junto con la oportunidad de vivir experiencias internacionales.
La clave, del lado del empleador, será aprender a confiar en la capacidad de sus trabajadores millennials de organizar su tiempo y su carga laboral. Darles la dosis de libertad y autonomía que requieren puede impactar directamente en la productividad.
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