Es muy común que se hable de los valores de la marca como el rumbo o la brújula que guía a la empresa. Y de hecho que para muchas compañías, sobre todo cuando son muy grandes y con un pilar de comunicación débil, no son más que palabras bonitas que suenan bien y supuestamente las definen. Como agencia y consultora te podemos asegurar que lo hemos escuchado más de una vez.
Ahora bien, esas palabras más allá de identificar a los colaboradores deben ser las que impulsen tu negocio haciendo que los clientes opten por vos y no tu competencia o un alternativo. Puede sonar muy obvio pero lo cierto es que, como asegura Tito Ávalos en su libro ‘Lealtad a la marca’, “la elección de una marca por sobre otra dependerá de la coincidencia que haya entre el perfil de necesidades del consumidor y el perfil motivacional que comunica la marca”
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Es decir que cuanta más coincidencia haya en el perfil de tu empresa con el de tu consumidor y sus deseos a satisfacer, mayores van a ser las chances de que se sientan identificados y por ende te elijan. No es un proceso de manera consciente, sino mas bien de conexión en base a las afinidades.
Por lo tanto “los valores no son solo de la marca, sino que son valores que resuenan en el ADN de la mayoría de sus clientes”. ADN donde también están encriptados la mayoría de los deseos comunes a todas las personas. Que al satisfacerlos, conseguimos lo que Steven Reiss –profesor de Psicología y Psiquiatría en Ohio State University College of Medicine- define como “felicidad basada en nuestros valores base”.
Así que ya sabés, los valores no solo son de la empresa e importantes únicamente para ella, sino que te unen con tus consumidores generando un vínculo de fidelidad.
