Todas las empresas buscan el éxito en todo sentido, entre ellos, llegar a sus colaboradores. Y para conseguirlo es muy común el uso de diferentes comunicaciones. ¿Te preguntaste alguna vez si la información que enviaste o recibiste cumplió el objetivo que buscaba el emisor? Para reconocer si tu propósito causó efecto o no, seguí leyendo esta nota.

Principalmente dejanos aclararte que depende del tipo de comunicación y cómo se emplee, ya que no es lo mismo aplicar una comunicación de concientización sustentable que una de seguridad informática u otra de cambios en algún asunto organizativo de la empresa. Del mismo modo, no todos los tipos de comunicaciones son aconsejables para los diferentes contenidos que vayas a publicar. Es decir, que el canal por el que envíes tu mensaje no va a hacer el mismo efecto en todos los contenidos. Canales como mailing, PopUp, revistas o e-Card son algunos de los ejemplos. En síntesis, no es conveniente utilizar el mismo canal para informaciones tan variadas.

Saber dónde estás parado antes de aplicar una comunicación es clave para darte cuenta, más adelante, si tu objetivo se cumplió y de qué forma. Porque para saber si hubo o no algún cambio es imprescindible tomar un punto de partida con el que comparar los pasos que fuiste dando. Y para ello también hay variables. En este caso depende qué es lo que vas a evaluar. Es decir, que podés “tomar una fotografía” del estado actual de tu empresa mediante encuestas, focus group o indicadores, por ejemplo, antes de dar el primer paso.

Una vez que tengas todos esos datos del estado de tu empresa es momento de planificar qué querés decir, cómo hacerlo y por qué medios. Te mencionamos algunos – pero acordate que depende de lo que quieras decir – newsletter, revistas, mailing, o videos, incluso el cara a cara son muy buenas herramientas, al menos para empezar. ¿Cómo? Va un ejemplo. Supongamos que necesitás comunicar momentos, eventos o acontecimientos importantes de la empresa, una manera de hacerlo es por medio de newsletters mensuales donde recopilás toda la información, dividida por secciones para cada tipo de categoría en la que envolvés a tus noticias. O, también puede ser por medio de videos o flyers digitales que enviás o subís a la intranet de la compañía. Como ves, nada es matemático en asuntos de comunicación.

Por último, una vez que creas haber llevado a cabo todo el proceso necesario o aconsejado para lograr algún cambio – que, recordá, no es mágico. Es un cambio y como tal, lleva su tiempo – es momento de volver a evaluar. Sí, otra vez. Porque ¿te acordás como dijimos antes? Debemos comparar con el punto de partida para ver si hubo cambios o no, y cómo fueron. Si te favoreció o no, si hay oportunidades de mejora, si necesita más tiempo o si lo que veías como un problema fue resuelto. Y para eso es importante comparar los nuevos resultados con los anteriores.

En términos generales, así es como deberías darte cuenta si la comunicación aplicada fue eficiente: reconocer el estado inicial, emplear la/s comunicación/es necesarias, evaluar y comparar los resultados finales con los anteriores. Es un proceso largo y de pocos pasos. Sin embargo, no existe LA fórmula en cuestiones sociales, todo es relativo y depende de cada caso en especial. No solamente de cada compañía sino de cada tema dentro de una misma empresa.

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